La inversión directa extranjera en Argentina se ha reducido a la midad en el último año. La inversión extranjera directa en Argentina fue en 2016 de 6.000 millones de dólares, lo que implicó una reducción casi a la mitad, sobre todo por la salida de dividendos de las empresas extranjeras hacia sus casas matrices, compensada luego por el brusco salto en el ingreso de capitales.
A nivel regional, el informe relevó una disminución de 14%, a 142.000 millones de dólares, la quinta caída consecutiva y sin diferencias de tendencias de inversión entre el norte y el sur de América Latina y El Caribe, como ocurrió en 2015
Los datos parte de un informe del Reporte Mundial sobre Inversiones 2017 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), que prevé un aumento en el flujo de capitales a nivel global de 5% para este año, tras el retroceso de 2% registrado en 2016. De acuerdo con esta oficina de las Naciones Unidas, la caída fue «en gran parte por medidas adoptadas por el gobierno de Mauricio Macri, como el levantamiento de los controles del tipo de cambio en diciembre de 2015».
Por una parte, las salidas de capitales de las empresas multinacionales de la región se redujeron 98%, a 751 millones de dólares , debido a «importantes cambios registrados en las corrientes de préstamos intraempresariales, que llevaron la inversión total en el exterior a una desinversión neta general de activos extranjeros en el Brasil y México». Además, «los préstamos entre compañías giraron hacia posiciones de reembolsos netos, de 2.000l millones a -2.000 millones, en tanto el gobierno alivió las trabas para los pagos en dólares de las deudas de importadores de bienes y servicios prestados por no residentes», evaluó.
El fin de cepo «normalizó el pago de dividendos para las filiales de empresas extranjeras a sus casas matrices en el exterior, lo que llevó a una marcada reducción en la reinversión de las ganancias, que cayeron de 8.000 millones a 4.000 millones», precisó el reporte.
Medidas compensatorias
No obstante, el ingreso de capitales «subió bruscamente de mil millones a u$s4.000 millones, en línea con los proyectos nuevos anunciados como resultado de los esfuerzos del gobierno por aumentar la inversión», completó la Unctad al referirse a Argentina.
En Sudamérica, el ingreso de IED se redujo a u$s101.000 millones, como consecuencia de «la recesión económica, los bajos precios de los productos básicos y el aumento de la inestabilidad monetaria», explicó la organización.
«Las corrientes hacia Brasil, el principal receptor de IED de la región, se redujeron 9%, a u$s59.000 millones, arrastradas por un marcado descenso en el sector de los servicios», y también se contrajeron en varios países exportadores de recursos naturales no renovables, como Bolivia, Chile, Ecuador y el Perú, precisó el informe.
En cuanto a las perspectivas para la región este año, la Unctad estimó que «siguen siendo sombrías», ya que «se prevé que el crecimiento económico se mantendrá muy por debajo de las tasas asociadas con las mayores entradas registradas en años anteriores».
«Es probable que la inversión en las industrias extractivas de la región siga siendo moderada», ya que «los anuncios de proyectos de IED en nueva planta para el sector en 2016 ascendieron solo a u$s4.000 millones», debido a que «los operadores continúan con fortaleciendo sus balances y reestructurando sus planes de gastos de capital», precisaron los analistas.
Además, el informe advirtió que la IED hacia la región también puede estar afectada este año «por la incertidumbre relativa a la formulación de las políticas económicas en Estados Unidos».