Para que un ciudadano pueda jurar bandera es necesario, primero, ser mayor de 18 años, tener la nacionalidad española y no haber sido declarado incapaz por sentencia judicial firme. Los interesados que cumplan estos requisitos tienen que remitir una instancia al Ministro de Defensa a través de la Delegación o Subdelegación de Defensa de su provincia. El Ministerio permite que el solicitante manifieste cuáles son las preferencias de acuartelamiento lacual se enviará a la Unidad, Centro u Organismo por el que haya manifestado su preferencia el solicitante. Serán estos quienes se pongan en contacto con los candidatos. En España, en 2016 14.735 personas juraron bandera España en alguna de las 40 juras que se organizaron. En 2017, este número se ampliará hasta las 57.
En todas ellas, el jefe de la Unidad en la que decidan jurar, les hará la siguiente pregunta: «¡Españoles! ¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, con lealtad al Rey y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España?». Entonces, los jurandos deberán responder: «Sí, lo hacemos».
En 2016, más de 700 catalanes decidieron jurar la bandera española. Un barcelonés que juro el año pasado en el cuartel de El Bruch como respuesta a los ataques a los símbolos patrios. lgo que ocurre, sobre todo, en determinadas comunidades, como por ejemplo Cataluña, donde se carga contra todo lo relacionado con España, o en Baleares, donde este mismo año se exigió prohibir este tipo de actos.Lo hizo, al igual que todos los demás, principalmente, «porque es algo que siento», aunque reconoce que ese desprecio constante en determinados territorios «hace que cada vez seamos muchos más». Y sí, son muchos más, pues desde 2010 el número de jurandos ha aumentado un 750%, pasando de los 1.733 de ese año a los 14.735 de 2016.
Otro madrileño de 30 años que también decidió jurar bandera con la Legión en Ronda (Málaga) en noviembre. «Es algo que quería hacer desde pequeño. Soy una persona con un marcado sentimiento patriótico y más ahora que el concepto de patriotismo es cada vez más difuso». Tajante, asegura sentirse «orgulloso» por ello, porque «era una de esas cosas que tenía muy clara». «Se trata de reafirmar tu compromiso con tu país, que tanto te da y tan poco recibe», destaca mientras sentencia que «es una cuestión de sentimientos y no se puede explicar con palabras».
Una vizcaína que en 2013 intentó jurar bandera se encontró con que el cupo estaba lleno. Su intención era poder jurar bandera en su tierra, en la localidad vizcaína de Munguia, «pero no es fácil porque el cupo siempre está lleno». Pese a ello, «tuve la oportunidad de hacerla en la localidad toledana de Villatobas y lo hice porque lo sentía. Algo me empujó». Recuerda que el acto de su jura fue «muy emotivo, difícil de describir», aunque asegura que «tenía la necesidad de ratificarme con mi bandera, que en el País Vasco ha sido muy maltratada». Algo que, «a día de hoy, no ha cambiado», dice. «No se puede hablar de España» y decir o hacer algo relacionado con la bandera implica «que se rían en tu cara».
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