

Un grupo de mujeres mexicanas con amor a su profesión y con la determinación de alcanzar sus sueños, y aunque crecieron y estudiaron en la Ciudad de México, han desarrollado una brillante trayectoria en el extranjero have a peek at this website.
Elsa Arcaute Aizpuru es doctora en física por la Universidad de Cambridge, María de la Luz Martínez González, encargada de la Admistración en la Embajada de México en Portugal, y Esther Coronado Martínez estudia el doctorado en Cooperación Internacional en Carleton University, Canadá.
¿Cómo aprender a trabajar en equipo y aprovechar las capacidades de todos? Esther Coronado aprendió esa habilidad en la maestría en Administración y Políticas Públicas en el CIDE.
Eso le fue útil en 2009, cuando fue subdirectora de Cooperación Financiera y Riesgos Emergentes de la Secretaría de Salud, y le tocó enfrentar la crisis de la influenza.
Trabajé en un equipo en el que hicimos un vínculo entre las organizaciones internacionales, la Cancillería y la oficina del secretario de salud, teníamos que estar informando de los casos de influenza que había todos los días” recordó.
Allí decidió aplicar al doctorado en Relaciones Internacionales, de la Universidad de Carlton, y especializarse en Salud Global. Su investigación de tesis versa sobre la cooperación entre países cuando se presentan casos de pandemia, este año dará tres conferencias sobre el tema; la próxima, será el 16 de marzo en Atlanta.
Elsa Arcaute es profesora de planta en Modelaje Espacial y Sistemas Complejos, en el Centre for Advanced Spatial Analysis, en la University College London. Es la única extranjera que tiene una plaza así.
En 1999 fue la primera mexicana en obtener una beca de la empresa Shell para hacer la maestría en física en la Universidad de Cambridge, y el doctorado en física teórica lo hizo con beca del Conacyt.
En 2007, participó en un proyecto junto con una socióloga, una bióloga, un programador de robots y un físico “analizábamos cómo un sistema social, como el de las hormigas, se logra auto-regular…allí no hay un sistema centralizado de gobierno”, explicó.
En septiembre de 2008, cuando estaba en ese proyecto nació su hijo. “Tomé nada más seis meses de permiso de maternidad –en Reino Unido se puede tomar un año– la verdad tener un hijo sí te cambia la vida… por más de que pienses en la igualdad, lo de amamantar lo hacemos nosotras, y mi esposo tenía un trabajo muy pesado”.
Esto a pesar de que su ambiente de trabajo era amigable pues “yo me llevaba a mi hijo a las reuniones del proyecto y pues allí lo amamantaba… mis compañeros y mi jefe se portaron divinos”.
En el caso de Martínez González, ella se desarrolló por años en el tema de migración, de 2002 a 2009 estuvo en la oficina de atención a migrantes del Gobierno de Hidalgo y colaboró cuando se pusieron en marcha oficinas de atención a migrantes en la Ciudad de México, Yucatán, Sonora, Nuevo León, Michoacán, entre otros estados.
El trabajo fue muy interesante para poder analizar todo las diferencias que hay en los flujos migratorios, entre las diferentes entidades de la República” recordó Martínez González, quien nació en Hidalgo, pero estudió Relaciones Internacionales en la Universidad de las Américas, Ciudad de México.
En 2010 concursó para entrar al servicio exterior mexicano, la Secretaría de Relaciones Exteriores eligió sólo a 30. Uno de ellos fue Martínez González.
Cuando ingresó al servicio exterior la enviaron a Lisboa, donde es encargada de la Administración en la Embajada de México.
En 2014, a partir de lo que ella describe como “un amor casi inaudito por la comida mexicana”, escribió el libro A la Mesa con Frida Kahlo que fue escrito en portugués.
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